Son muchas las ventajas y las razones por las que lo creo. Puedes vivir esa incomparable experiencia de ser madre, de dar a luz, de dar vida a la vida. Puedes llorar sin que nadie lo vea raro. Puedes parecer más alta si quieres, sin necesidad de que nadie se ria de tus zapatos, al contrario, los admiren de lo ideales que son. Puedes ocultar tus defectos con maquillaje y verte más guapa. Hay muchísimas más razones igual de simples, para demostrar que ser mujer es "gloria bendita". De hecho se que muchos se cambiarían por mi o por cualquier mujer.
No quiero seguir enumerando razones que jusitifican lo maravilloso que es ser mujer. Me parece que es caer en tópicos sin sentido, como que podemos hacer dos cosas a la vez, o que tenemos más de una neurona...claro que somos todo eso, igual que los hombres. También hay mujeres con una neurona y hombres capaces de criar hijos solos, o de levantar cada día una familia.
Tampoco quiero entrar en la polémica de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Considero que es una realidad muy importante y precisamente lo que necesita es que desaparezca, que no haya que referirse en esos términos. Eso será señal de que ese concepto estará igual de superado que otros tantos que se han ido instalando desde hace más de 30 años, como ocurre con el derecho al voto, ya nadie lo reclama, porque forma parte de nuestras vidas. No hay mejor forma de constatar que algo funciona debidamente y con total normalidad que dejándolo de instar.
Lanzo una cuestión: ¿Cuántos de vosotros os habéis preguntado alguna vez, somos realmente iguales los hombres y la mujeres?...y voy más allá...¿Habéis logrado encontrar la respuesta correcta?....Es difícil, verdad?. La vida es demasiado compleja e imperfecta de por sí, como para tener que encontrar el punto concreto en el que situar a dos seres humanos y valorarlos con total equidad. Simplemente es más fácil decir que si, que somos iguales, o que al menos lo debemos ser.
En mi (humilde) opinión, creo que lo correcto es decir, que la mujer y el hombre; el hombre y la mujer DEBEN CONSIDERARSE POR IGUAL como seres humanos que son. Somos únicos en nuestra especie, no hay más como nosotros.
Claro que se nos deben ofrecer iguales oportunidades, igual tratamiento social, iguales privilegios, iguales posibilidades...pero...¿qué ocurre cuando incluso en condiciones de igualdad, resulta poco posible que ambos actuén con paridad?. Hay muchas ocasiones, en las que simplemente, yo, mujer, no puedo abrir un bote de mayonesa, le pido por favor a mi hermano, que casualmente está a mi lado, y el, lo abre. También me ha pasado que en alguno de mis viajes pesaba tanto mi maleta, que era incapaz de cargar su peso. Un amigo servicial se ha prestado a llevar no solo la mía sino que también llevaba la suya. Cuando era pequeña en la playa, ni mi madre ni yo podíamos poner la sombrilla, y llegaba papá y en un minuto estaba el chiringuito montado. Como véis son cosas sencillas, que pasan diariamente, y como esas hay muchas más. ¿Debo sentirme desigual por no poder abrir un bote mayonesa, o no poder cargar mi maleta, mientras que un hombre si ha podido? Yo creo que no. Tengo muy claras mis limitaciones físicas, al igual que conozco mis virtudes y vivo muy tranquila por ello.
Soy consciente de que algunos estarán de acuerdo con lo que digo y otros no. Pero para eso tenemos el intelecto y la oportunidad que la naturaleza nos ha brindado de detectar que algo nos gusta o no, y defender lo que creemos. No es mi intención implantar una opinión, sencillamente estoy ejerciendo mi derecho a la libertad de expresión y de manifestación de mis ideas. La ventaja es que esto queda escrito, y nadie podrá desvirtuar mis palabras, simplemente el que quiere lo lee, lo valora, lo comenta, expresa su conformidad o disconformidad y todos tan contentos. No ocurre igual en otros formatos como debates, conversaciones con los amigos o como ocurre cada día en los médios de comunicación audiovisuales. A veces la velocidad de la palabra es tal que no da tiempo a analizar su verdadero sentido. Por eso yo prefiero escribirlo. Siempre podrás volver a leerlo.
Y QUE VENGAS MUCHAS MUJERES COMO TU...
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