Si los meses del año fueran una baraja de cartas, Septiembre sería el comodín. Es un mes al que yo calificó como "ni chicha ni limoná", vamos que es lo más insulso que hay. Si os fijáis en las fotos de los calendarios, la que acompaña a este mes, es la que ponen ahí para rellenar, por poner algo. Enero, tó nevaíto, Febrero, rosas rojas y velitas, Marzo, flores por todos lados, pero ¿Septiembre?, ¿qué se pone en Septiembre? Una cartera vacía, un pantalón estrecho, un escote con el bronceado "descolorío....
A mi lo único que me ha gustado siempre de este mes, es ese maravilloso invento comercial llamado "Corticoles. Después de esas largas horas metida en los probadores del Corte Inglés, chándal pa arriba y chándal pa abajo, camisetas, falditas, zapatos, deportivas, y su nación entera...llegaba mi recompensa...gracias a los corticoles podía comprarme ese maravilloso estuche de dos pisos, con 16.500 colores distribuidos en gamas de fríos a cálidos, además de traer la regla con letras para poner mi nombre en el diccionario Iter o en el Vox.
Pero Septiembre es un mes radical. Lo mismo ves a gente con un chaquetón de paño, que ves a otra que parece que van por el paseo marítimo de Torremolinos. De esta realidad, he sacado una teoría: Septiembre es el MES POSTPARTO. La gente sigue tirando de vestidos vaporoso y bermudas anchitas, porque lo vaqueros y chaquetas NO CIERRAN!!! De manera que aprovechan este mes para poder meterse en la talla que dejaron.
Por todo elo, he llegado a la conclusión de que en realidad, si hay una imagen para adornar este mes en el calendario.
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