Tienda de campaña electoral

Como bien sabéis, y si no, deberíais saberlo, hace unos días empezó la campaña electoral para las próximas elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo. Ese evento, que en mi opinión cada día se parece más a Eurovisión. La televisión pública insiste en darle bombo, pero a la gran mayoría de los españoles nos importa un comino porque ya sabemos de ante mano que algo, no se qué, perderemos. Los candidatos cada vez tienen menos personalidad y menos talento, y ya no saben qué cantinela, con estribillo pegadizo, inventar para conquistar a su público. La gente acude a los mítines a mover las banderitas pero en realidad no se están enterando de nada, porque lo que dicen está tan vació como el cerebro de una chica playboy.

Si, lo habéis notado, verdad? No creo en la campaña electoral y tengo serias dudas acerca de la política en general. Se que por ley debe hacerse, muchas personas trabajan muy duro para llevarla a cabo y es lo justo. Si Santiago Segura se recorre todos los medios de comunicación habidos y por haber para promocionar su película, los políticos también tienen que tener la oportunidad de promocionar la suya. Y digo película porque para mi todo lo que venden es ciencia ficción, y me atrevería a omitir "ciencia", es más, me puedo permitir el lujo de decirlo, porque pertenezco a ese escaso porcentaje de personas, que se preocupa por informarse de quién va en las listas, qué formación tiene, qué experiencia política lleva a sus espaldas, y sobre todo, qué proyectos, reformas y novedades contienen sus respectivos programas electorales, para sopesarlos, ponderarlos y elegir la fuerza política que mejor considere, me puede representar como ciudadana y como persona. Teniendo en cuenta todo esto, y siendo consciente de que llegue quien llegue a ostentar el poder, en estos momentos, le será muy difícil trabajar en un proyecto político del gusto de todos, llego a la conclusión de que ya sea de buena o de mala fe, no cumplirán lo que prometen. Manolete, si no sabes prometer, pa´qué prometes.

Todos ofrecen, garantizan y hasta tienen la osadía de comprometerse, pero todavía no conozco a ninguno que haya preguntado con verdadera intencionalidad ¿qué esperáis de nosotros?. Yo de un político, sea del ámbito que sea, de la ideología que sea, espero PROFESIONALIDAD, una palabra que engloba muchos contenidos, desde expresarse correctamente (qué menos que dar ejemplo) hasta obrar teniendo en cuenta la principal finalidad de su cargo, única y exclusivamente, el interés público.

Un barco no llega a buen puerto sin una persona que maneje decididamente el timón. El barco lo tenemos en medio de una tormenta, tenemos alrededor de 46 millones de tripulantes, dispuestos a luchar por mantenerlo a flote. Solo nos queda encontrar esa persona, que esté dispuesta a coger el timón, con las dos manos, y no con una, mientras la otra se la mete en el bolsillo. ¿Vosotros la habéis encontrado? Yo aún no.

* Si alguien que lea estas líneas, se da por aludido y no está de acuerdo o quiere rebatir mi postura, estaré encantada de escucharle, es más, le invito a que me de esas respuestas que por mi misma no he podido encontrar.